martes, 17 de junio de 2008

Los Porcioles vuelven a casa

Los Porcioles vuelven a casa

LA FAMILIA DEL EX ALCALDE PRESENTA BODEGA EN LA NOGUERA
PAU ECHAUZ - BALAGUER - 16/06/2006

El Viña del Sió, en tinto y rosado, tiene una producción anual de 600.000 botellas
La familia Porcioles tiene una vieja relación con Balaguer y la Noguera desde que quien fue alcalde de Barcelona, José María de Porcioles, pasara por la notaría comarcal y promoviera la papelera Inpacsa, que durante años fue el motor industrial de esta zona. Inpacsa ya no existe y en su solar se prepara una de las operaciones urbanas más importantes de la historia reciente de Balaguer. Los Porcioles, no obstante, no han marchado nunca de aquí y en una de sus fincas, la Flix, unas 600 hectáreas, han decidido volver a los orígenes de la familia, a la agricultura, y más concretamente, a la viticultura. Hoy inauguran bodegas en La Sentiu de Sió y presentarán sus primeros vinos, el Viña del Sió en tinto y rosado, dos vinos jóvenes mientras se espera el reposo de las primeras añadas. Juan de Porcioles afirma que las bodegas le entusiasman más que su paso por la industria del papel o el sector inmobiliario. "Sí, se puede decir que los Porcioles volvemos a los orígenes, al campo. Esta finca es como una isla porque pertenece al término municipal de Balaguer pero fuera de él, rodeada por La Sentiu de Sió y Camarasa. Nuestra intención es la de hacer un vino de mucha calidad y más adelante hacer lo mismo con el aceite de oliva extra virgen". La finca tiene unas 60 hectáreas cultivadas con cepas de garnacha negra, pinot noir, tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, petit verdot y syrah. El proyecto Bodegas Costers del Sió se inició hace tres años. Actualmente están en condiciones de embotellar 600.000 botellas de tinto y rosado. Porcioles confía que en el 2008 pueda sacar al mercado sus primeros blancos y espumosos de categoría. "Queremos hacer una producción pequeña pero elaborada con tecnología punta. Somos la primera bodega de Catalunya que realiza la maceración del vino a bajas temperaturas para conseguir un mejor aroma y sabor", explica. La enóloga responsable del proyecto es Judith Sogas, que ha preparado un tinto joven con 50% de garnacha, 30% de tempranillo y el resto de syrah. El rosado es una suma de 90% de garnacha y un 10% de syrah. "Las últimas cepas que hemos plantado son para hacer blancos, un chardonnay y vionier". Porcioles quiere que su finca obtenga productos de alta gama para paladares exquisitos. "El siguiente paso es el de plantar olivos de variedad arbequina para conseguir también un aceite de calidad. Vamos a destinar el mismo número de hectáreas para olivos y conseguir una producción de unos 100.000 litros aproximadamente. Pero aún estamos plantando".

Orígen información: La Vanguardia

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