Charlando con… Francisco Cambronero Jiménez, de Vinos Cambronero
Francisco Cambronero Jiménez es el gerente de Vinos Cambronero, una pequeña bodega (de poco más de 52 hectáreas) situada en la provincia de Albacete. En realidad, casi se puede decir que él es Vinos Cambronero: él planta, él recoge, él embotella, él comercializa y hasta se ocupa del diseño de la página web. Tomó las riendas de la bodega cuando su padre decidió dejarlo, abandonando su “buen saldo” y su carrera de ingeniero químico para dedicarse a la agricultura. Y está comenzando a obtener sus frutos: su vino ecológico Franchete Joven 2007 ha ganado la medalla de plata en el último Concurso Mundial de Bruselas celebrado en Burdeos, seguramente el certamen más prestigioso.
Interrumpe un rato su trabajo en la bodega para hablar con nosotros y se le nota en el torrente de palabras que pone empeño y cree en lo que hace o intenta hacer: un vino distinto al resto, “muy agradable, muy personal, muy diferente”.
¿Qué ha cambiado en la bodega desde que Francisco Cambronero Torres, Franchete, plantara las primeras vides a principios del siglo pasado?
La bodega no ha cambiado mucho, han cambiado los métodos. Se han mejorado las técnicas para aprovechar mejor las características de la uva. Para elaborar nuestros vinos, paramos el crecimiento para obtener uvas más pequeñas; luego regamos, para que no se caiga la hoja. Usamos fermentación en frío, aunque enseguida descubamos, casi como un rosado, lo que da a nuestros vinos más intensidad de color y mucha suavidad en boca. Además, tenemos máquinas de extracción de diseño propio, ya que las uvas tienen mucha piel que es donde se encuentra lo mejor del vino. Queremos hacer un vino diferente al resto.
En su web lo define como un vino de “alta expresión”, ¿qué opina de las críticas que a veces se hacen a ese tipo de vinos?
Hay mercado para todos, pero si no intentamos ir a eso corremos el riesgo de hacer vinos normales, y nosotros intentamos hacer vinos diferenciados. Al lado de mi bodega hay otras que producen mucho más que yo. Si hago el mismo vino, no puedo competir. Por eso intento que mis vinos tengan un valor añadido y que no sea sólo un vino ecológico porque simplemente con un vino ecológico no llegaríamos a nuestras metas de calidad.
¿Por qué vinos ecológicos?
Por convicción. Hace poco leí un libro de Nicolas Joly y me he sentido un poco como él. Cuando yo llegué a la agricultura, intenté combatir las plagas usando lo que sabía como químico, pero no servía de nada. Además, me di cuenta de que es malo para la salud del que lo bebe, para mi salud y encima costaba mucho dinero. Creo que es un error aplicar determinados conceptos de la ciencia a la agricultura, se puede usar la técnica pero no la química. Si no, el agricultor entra en un círculo vicioso. El cultivo ecológico es el cultivo tradicional, hace 50 años no existían todos esos productos químicos. Además, los vinos ecológicos respetan más el terruño lo que añade un factor de calidad.
¿Cómo es la tierra donde se asientan las vides?
Estamos equidistantes entre el río Júcar y el Cabriel. Nuestro suelo es calizo y pobre, pero presenta una ventaja: que es como una esponja y nos ayuda con la poca agua que tenemos. Y más ahora, con el cambio climático. Recuerdo que cuando era pequeño no paraba de llover en todo el mes de abril. Este año ha llovido dos veces. Estamos en zona de cambio de aires. En verano hace mucho calor durante el día pero durante la noche llega una brisa fresca del Mediterráneo por lo que la diferencia térmica entre día y noche es grande.
¿Cómo es el Franchete Joven 2007?
Es un coupage de un 30% de Tempranillo, un 25% de Bobal, otro 25% de Garnacha y un 20% de Cabernet Sauvignon, aunque es como la receta del cocinero: cada año varío la proporción. En 2006 fue 25% de cada una. Uso las variedades que me ofrecen calidad ya que aunque tengo vides de Syrah y Petit Verdot, no las utilizo. Es un vino que tieneuna alta intensidad de color, aromas afrutados, muy complejos, con una retronasal especiada aunque no lleve madera. Usamos levaduras seleccionadas por la Universidad de Castilla La Mancha que respetan la tipicidad varietal. En boca, su paso es suave, a pesar del color.
¿Qué se siente al recibir un premio como éste?
Satisfacción por el trabajo hecho y por la trayectoria, ya que es una apuesta arriesgada en la que puedes hacerlo bien o equivocarte. Ganar un premio te puede hacer pensar que no te has equivocado. Es el primer premio que gano a nivel internacional. Ya había ganado otros en España, pero nunca me había presentado fuera, aunque creo que en otros países como Estados Unidos, los países nórdicos o Suiza están más preparados para los vinos ecológicos que en España.
¿Por qué no en España?
No lo sé. Quizás estemos menos preocupados por la salud. Además, hay mala prensa. La gente cree que por ser un vino ecológico no es bueno, pero no es así. La prueba es que el concurso de Bruselas es un concurso de vinos y no han tenido en cuenta si ecológico o no. Además, creo que los frutos ecológicos tienen mejor gusto y si haces un vino con ellos tiene que salir bueno. Creo que en España vamos por detrás, aunque todo llegará. Ya está llegando en Madrid, Cataluña y en la costa, porque los turistas están acostumbrados. Ahora se van a empezar a hacer campañas de productos ecológicos…
¿Sirven las medallas para que se acerquen los exportadores?
Como me decía una vez un amigo, las medallas sirven para ganarte el respeto, nada más. Sí que es una referencia y cuando te acercas teniendo una medalla, ya te escuchan. Pero los resultados tienen que llegar con más tiempo.
¿Cómo va la creación de una denominación de Pago Ecológico?
La cuestión viene de que los requisitos de producción de la DO Manchuela son distintos, recoge los métodos tradicionales de la zona. Si tengo un vino diferenciado, eso tiene que venir reconocido. Yo tengo los requisitos para ser Pago: tengo más o menos 50 hectáreas de viñedo, todas cerca de la bodega, las uvas que llegan son todas mías y tengo un reconocimiento internacional. Sigo trabajando en ello, y esta semana me reúno con la Junta. No es a corto plazo, hay que crear un reglamento, publicarlo…
Orígen información: Vinogusto
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