El almendro amenaza el cultivo de la aceituna de mesa sevillana. Ante la mayor rentabilidad del cultivo del almendro

El almendro amenaza el cultivo de la aceituna de mesa sevillana

Ante la mayor rentabilidad del cultivo del almendro 

 

 Olimerca.-  Un nuevo enemigo está amenazando el cultivo del olivar destinado a aceituna de mesa en la provincia de Sevilla. La pérdida de rentabilidad de los olivareros en los últimos años, debido sobre todo a los bajos precios percibidos por sus aceitunas verdes, está provocando que las explotaciones tradicionalmente destinadas al cultivo de la variedad manzanilla sevillana se estén transformando en explotaciones de almendros que presenta una mayor rentabilidad.

Mencionar que el precio de la almendra limpia ha pasado en los últimos años de 3€ a cerca de 8,5€/kg, debido sobre todo a que la demanda se ha duplicado, tanto en el mercado nacional como internacional, principalmente por parte de mercados como China y otros países asiáticos.

Y aunque Estados Unidos es el principal país productor, acaparando el 80% de la producción mundial, España y Turquía son los siguientes países productores para cubrir las necesidades crecientes de los mercados.

Las primeras plantaciones de almendros se están produciendo ya en zonas tradicionalmente aceituneras como el Aljarafe donde las primeras plantaciones están ofreciendo rendimientos de 2.000 kg/ha de pepita limpia;  y para este año ya se están proyectando en la provincia de Sevilla 5 nuevas plantaciones de almendros en sistema intensivo, que favorece la recolección y reduce los costes de mano de obra.

De hecho, los viveros de plantones de almendros están desbordados de pedidos y hay en estos momentos dificultades para encontrar ejemplares, que tienen un precio de entre 4 y 5 euros.

Curiosamente mientras que en el sector de la aceituna de mesa se produce este trasvase del negocio, en el sector del aceite de oliva se ha observado una demanda creciente de plantones para transformar explotaciones tradicionales en cultivos intensivos y superintensivos, como lo demuestra el hecho de que los viveros no pueden en estos momentos cubrir la demanda creciente.

Orígen información: Olimerca