Desde que llevamos en esto, nunca nos han descalificado vino

«Desde que llevamos en esto, nunca nos han descalificado vino», dice la familia Marrodán

30.08.07 - MARÍA FÉLEZ


Más de cien años avalan el calado de los hermanos Marrodán, en Tudelilla, cosecheros no sólo para su propia marca Heredad Marrodán sino para bodegas tan importantes como Gurpegui o Vivancos. Cien años que pueden finalizar si al final no se logra suavizar la norma que limita la actividad vinícola en calados. En estos momentos sólo existen dos calados en Tudelilla que tengan producción industrial, principalmente porque los demás se han ido hundiendo por diferentes motivos o se han reformado de forma decorativa. Los hermanos Marrodán están de acuerdo con que se tomen algunas medidas sanitarias, pero reconocen que si el texto legal al final les hace cambiar mucho su calado, tendrán que dejar de cosechar. Y es que lo que ellos no entienden es por qué si el Consejo Regulador de Rioja nunca ha descalificado uno de sus vinos, tienen que cambiar su forma tradicional, ancestral y centenaria de hacerlo. «Así lo aprendió mi padre de su padre y nosotros de él», advierte; y, lo que es aún más importante, «desde que llevamos en esto, más de 25 años, nunca nos han descalificado un vino, y nuestros vinos pasan por los mismos controles de calidad que los de una bodega de alta tecnología».Con pena porque puedan perderse calados centenarios con tradiciones tan arraigadas en nuestra tierra como puede ser el pisado de la uva, aseguran que «tenemos amigos que han pasado de calados a bodegas y con la misma uva les está saliendo un vino peor». Y es que la temperatura, la humedad y el espacio de los calados es el ideal para el vino. Además, los Marrodán aseguran que la limpieza es máxima, «se lavan las cubas a conciencia y se tartalizan». Ellos, que sólo cosechan sus propias viñas y que están en el mundo del vino como algo complementario (uno es documentalista en la biblioteca universitaria y el otro agente comercial), creen que si la norma sale tal y como está «la solución será cerrar porque la inversión es demasiado grande».

Orígen información: rioja.com