Francisco Retamero y Flavio Salesi, ambos arquitectos, han encontrado en su bodega rondeña una segunda vocación que les llena personal y profesionalmente
14.06.09 - 11:38 - J. J. BUIZA MÁLAGA
Descalzos Viejos
Fundación: Año 2000.
Fundadores: Familias Retamero y Salesi.
Actividad: Producción y comercialización de vinos bajo la denominación de origen Sierras de Málaga.
Bodega: Se sitúa cerca del Tajo de Ronda. Sus viñedos ocupan un total de 12 hectáreas, seis de ellas en la finca original y otras seis en otro terreno cercano, pero a más altura.
Plantilla: Cuenta con cuatro empleados permanentes, aunque cada año da trabajo unas 300 personas con motivo de la vendimia.
Producción: Alrededor de 35.000 botellas al año.
Vinos: Produce diferentes variedades de tinto (syrah, chardonay o cabernet) y un blanco.
Facturación: Entre 300.000 y 350.000 euros al año.
Distribuidores: Entresierras (Málaga y Cádiz), Miguel Ángel Piñeiro (Sevilla), Weinforum (Suiza) y Vivando Weinde (Suiza).
Página web: www.descalzosviejos.com
Un antiguo convento del siglo XVIII a escasos metros del emblemático Tajo de Ronda fue la chispa que encendió el sortilegio que cambió la vida de Francisco Retamero y Flavio Salesi. Fue hace una década. Por aquel entonces, los dos socios pasaban gran parte de su tiempo perdidos entre papeles y planos de arquitectos, profesión que ambos comparten. Cuando dieron con la finca, el lugar les hechizó.
«Era un sitio mágico», recuerda Francisco Retamero. Era el año 1998 cuando este malagueño y Salesi, argentino de nacimiento pero afincado también en la provincia, decidieron prolongar su unión más allá de la arquitectura y compraron las 16 hectáreas de aquel terreno y su edificio, un templo de una sola nave del estilo gótico-mudéjar que imperaba en la época de la Reconquista. «Queríamos rehabilitarlo, pero al principio no sabíamos qué uso darle», explica Retamero.
Pese a los cientos de años que habían pasado, por la zona todavía asomaban algunas viejas cepas de los viñedos que debieron plantar los frailes en la Edad Media. Aquel detalle y el dulce momento que se empezaba a vivir en Ronda en torno al vino (ya habían surgido algunas bodegas y la denominación de origen Sierras de Málaga empezaba a tomar forma) hicieron que cristalizara definitivamente la idea. Así nació Descalzos Viejos, bodega que con el paso del tiempo ha ido ganando prestigio hasta convertirse en una de las más importantes de la comarca. Y eso que los primeros tiempos no fueron nada fáciles.
Francisco Retamero reconoce que al principio ni él ni Flavio sabían mucho de vino ni de viñedos. Por eso tuvieron que contratar a un enólogo profesional que fue marcando las pautas. «No conocíamos nada de ese mundo, pero diez años después nos hemos formado bastante. Yo he hecho cursos de enología, he ido a catas... Nos hemos ido formando a la vez que trabajando», señala el copropietario de la firma.
A dos bandas
Tanto aprendió Retamero que acabó convirtiéndose en presidente de la Asociación de Viticultores de la Serranía de Ronda y en vicepresidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga y Sierras de Málaga. Hoy por hoy, los dos socios compaginan como pueden su oficio de arquitectos con su actividad al frente de la bodega, que principalmente les roba el poco tiempo libre que tienen para sus familias y los fines de semana.
Aún así, se muestran felices por lo que han conseguido, a pesar de que el negocio del vino no les ha hecho ricos . De hecho, la bodega todavía sigue siendo deficitaria. «Pero este es un mundo apasionante, totalmente distinto del que conocíamos», asevera Francisco. En estos años, Descalzos Viejos ha pasado de comercializar 8.000 botellas anuales a las 35.000 de la última producción, destacando sobre todo sus variedades de tinto.
«La verdad es que nuestros vinos están muy bien valorados y cada vez tienen más reconocimiento, fundamentalmente por dos razones: porque conocemos cada vez mejor el trabajo y por la propia madurez que van adquiriendo los viñedos», comenta Retamero, quien asegura que algunas guías especializadas les dan una valoración por encima de los 90 puntos sobre 100.
Ahora, su reto está en seguir mejorando la calidad y en ampliar su distribución a regiones clave de España y del extranjero, donde hasta la fecha Suiza ha sido su principal mercado. Otro proyecto pasa por sacar los almacenes fuera de la antigua iglesia, que se reservará exclusivamente para el envejecimiento del producto en barricas. Así esperan facilitar más un trabajo que hasta ahora es puramente artesanal.
Origen información: Diario Sur
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