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jueves, 10 de marzo de 2011

¿Cómo se diseña una etiqueta de vino?

¿Cómo se diseña una etiqueta de vino?

07:43h Alessia Cisternino

Letras dibujadas a mano, manchas de color y rotuladores. Las etiquetas de vino ya no tienen nada que ver con caligrafías elegantes y con papel color hueso. Cuatro ilustradores y estudios de diseño españoles cuentan cómo es y cómo ha cambiado el diseño de etiquetas de vino.

Tanto en las tiendas especializadas como en los supermercados es cada vez más frecuente tropezar con botellas de vino fuera de lo común. Si por un lado la mayoría de las bodegas sigue apostando por lo tradicional sobre todo cuando se trata de vino tinto – etiquetas color hueso y letras elegantes – otras prefieren distinguirse en busca de un mercado más joven o simplemente de un mercado más amplio. Por eso, las bodegas cuentan cada vez más con el trabajo y la creatividad de ilustradores y estudios de diseño capaces de romper con la tradición en vez de intentar reproducirla todo el rato.

Para Eduardo Del Fraile, que ha diseñado la etiqueta y el packaging del vino ‘Lascala’ con el que la bodega española Vivanza quería introducirse en el mercado chino, “cada vino es un pequeño mundo y esconde una historia detrás. En un pequeño espacio de papel se concentra mucha energía, son las aspiraciones condensadas durante años de trabajo, y reflejar esto en tan pequeña proporción es un proceso delicado”. En el caso del vino ‘Lascala’ la inspiración se encontró en la fusión entre la cultura occidental y la oriental: una máscara de teatro con ojos orientales en la que aparece dibujada una peineta para el rosado, un abanico para el blanco y una bailaora para el tinto.

Según Eduardo del Fraile “Cada época en el mundo del vino ha tenido grandes etiquetas y algunas de ellas se siguen manteniendo vigentes. Sencillamente se va evolucionando o incluso se han retomado antiguos caminos. Por ejemplo, a principios del siglo pasado existía una escuela preciosista donde se ilustraban las etiquetas con una gran delicadeza y los motivos usados eran prácticamente pequeñas piezas de arte. Los vinos de Jerez tuvieron una época de oro y eso se demuestra con el recuerdo de las antiguas etiquetas”.

“Actualmente las denominaciones y los vinos han crecido mucho y con esto la demanda de etiquetas. Se buscan nuevos recursos y muchos vinos apuestan por fórmulas más innovadoras. El concepto de vino clásico es necesario como también los recursos expresivos más innovadores. Los mercados se están abriendo y el consumidor acepta propuestas diferenciadoras. Cada etiqueta tiene su discurso personal y el diseñador tiene que saber unir la información con el sentimiento que produce. Crear un buen vino es un proceso meditado, inteligente y casi artístico. Una etiqueta está muy cerca de esto”.

El estudio de diseño riojano Moruba ha creado la línea de etiquetas para la gama de vinos ‘Spanish White Guerrilla’ de las bodegas Vintae, contando con el estudio barcelonés Brosmind para las ilustraciones. “Los cambios que está experimentando el sector vinícola y sus consumidores, por no hablar de la dura competencia que existe, les obliga a innovar constantemente” explica Javier Euba de Moruba. “Esto se ve actualmente tanto en la arquitectura de las bodegas, como en los planteamientos de los nuevos vinos. El diseño es fundamental en la estrategia y cada vez más bodegas se dan cuenta de ello”.

“Cuando Vintae nos planteo este proyecto, lo tenía muy claro: una colección de vinos revolucionaria, inspirada en la guerrilla” cuenta Javier Euba. “Con este punto de partida buscamos la mejor forma de transmitir un mensaje transgresor con el tono adecuado para poder mostrar guerrilleros en unas etiquetas de vino. Creemos que emplear ilustraciones suaviza el concepto ‘guerrilla’ y le aporta frescura, genera un nuevo código visual en el mundo del vino, lo cual hace que sean atractivas y diferenciadoras. El mundo imaginario de Brosmind Studio ha supuesto que las ilustraciones no sean infantiles, sino adecuadas a un público adulto que aprecia la riqueza gráfica de los personajes creados, estos basan su imagen en los tópicos de los lugares de procedencia de las diferentes variedades que componen la familia”.

‘Menganito’. Así se llama el vino verdejo de Cuvée 3000 y Viñedos de Nieva que ha sido diseñado por el Estudio Rosa Lázaro jugando con dos conceptos antinómicos: el anonimato y la visibilidad. “El cliente quería un verdejo nuevo, atractivo y actual, para un público joven e inquieto” cuenta Héctor Sos del Estudio Rosa Lázaro a propósito del proceso de creación de la etiqueta de Menganito.

“Nos dijo que la etiqueta debía identificar, distinguir, informar y persuadir. Más que nunca necesitaba destacarse, ser vista. A partir de este briefing y con el nombre buscado estratégicamente para ser atractivo, presentamos a Menganito con el retrato de una persona fresca y joven, vestida con una camiseta de verano. La cara tapada oculta la identidad del personaje: tratándose de Menganito no queremos descubrir su identidad”. Para Héctor Sos “Una etiqueta sugerente, acorde con los tiempos, hoy es fundamental. El vino además de ser bueno debe parecerlo”.

El ilustrador Eduardo Bertone ha diseñado las etiquetas del vino californiano ‘Bear Flag Wine’. Osos disfrazados, radios, iphone, rotulador y manchas de color con un estilo que recuerda más los flyers de las discotecas que una etiqueta de vino tradicional. “Trabajé de manera muy espontánea, prácticamente de la misma manera que cuando estoy pintando. El cliente quería mi propio estilo, quería vincular el vino a el arte. Realmente me dieron mucha libertad para esta creación, y eso ha hecho que las etiquetas sean diferentes y personales. Me inspiré principalmente en la cultura californiana, el nombre del vino revoca a la bandera de California, también llamada ‘bandera del oso’. Representar un vino joven que lucha contra la esfera de los vinos clásicos y tradicionales, esto fue un punto de partida y luego cada etiqueta tenía un enfoque diferente”.

“La gente está cansada de diseños aburridos” dice Eduardo Bertone. “Si quieres que tu producto llame la atención de los consumidores, tienes que hacer algo auténtico y original. Y el vino no es una excepción, hoy en día un producto institucional y conservador pasa completamente desapercibido”.

Origen información: La Información

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