La OIV recomienda el uso del tapón de corcho
El texto sienta las bases de cálculo para dos tipos de protocolo: el protocolo de empresa (PE) y el protocolo de producto (PP), ambos basados en normas internacionales, en particular la serie de estándares ISO 14000.
Estos protocolos permiten a las empresas evaluar sus emisiones de carbono a través de un método de cálculo y ofrecen una guía de análisis del ciclo de vida del producto, dentro del cual, el tapón de corcho posee un papel muy importante.
La OIV asegura que “los tapones de corcho representan una especificidad del sector vinícola y su uso tiene un impacto muy importante en la conservación sostenible de la floresta. Debido a este papel importante, el balance de emisión de carbono del tapón puede ser tenido en cuenta…”.
El PE emplea la noción de “business to business” y un enfoque centrado en el control de la empresa sobre sus emisiones a lo largo de su actividad.
Dos límites principales han sido definidos para el protocolo de las empresas:
-Límite primario, dentro del cual la empresa es responsable de sus emisiones.
-Límite secundario que la empresa puede calcular con el objetivo de evaluar el impacto global en términos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La resolución de la OIV describe, etapa por etapa del proceso de producción vitivinícola, dentro de qué límites (primarios o secundarios) se pueden clasificar las emisiones de GEI.
El PP utiliza el enfoque “ciclo de vida del producto” y su ámbito de aplicación se delimita en función de las diferentes fases de producción (producción de uva, vinificación, distribución y venta al detalle, fin del ciclo de vida -fase que engloba la eliminación y el reciclaje-, con la única excepción de la fase de consumo.
Origen información: 19Líneas
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