El aceite de oliva se ‘dispara’: los precios suben un 22% en solo un año

El estrés hídrico del olivo, a causa de la sequía, provoca un aumento de la rentabilidad de los agricultores. La cosecha alcanzará este año los 1,4 millones de toneladas

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Agustín Rivera. Málaga

El olivo está estresado. Los test del estrés del cultivo han sido muy intensos. Le falta agua, trata de sobrevivir y al final lo paga el fruto. Es lo que ocurre en esta campaña de escasas precipitaciones, con una sequía que amenaza convertirse en permanente. La cosecha, según datos de Asaja, alcanzará este año los 1,4 millones de toneladas (un millón corresponden a Andalucía). ¿La consecuencia? Los precios han subido un 22% solo en el último año. El precio del aceite virgen extra se sitúa ahora en 3,35 euros el kilo. Ha llegado a alcanzar esta campaña los cuatro euros.
Ildefonso Martínez es un agricultor de Arjona (Jaén). Ahora le va muy bien. Exporta su aceite a 14 países, pero preferiría un aceite más barato con una producción mayor. “Me compensan más 20.000 litros de aceite aunque a 2,60 que 5.000 litros a cuatro euros”, explica Martínez a El Confidencial. “No nos interesa que el precio suba tanto. Lo bueno es que se está vendiendo muy bien fuera de España”, subraya. En 2009 animó a los agricultores de su zona a que organizaran cooperativas “para elaborar un buen producto”. Fue su solución.
España, el mayor productor de aceite del mundo, se encuentra en este mes al final de una cosecha media, dentro de las previsiones que se barajaban en un mercado inmerso en expectativas. Se cumplirán las 1,4 toneladas previstas, pero la incógnita es lo que ocurrirá en la próxima campaña tras un año muy corto, al que se llega con un ‘stock’ mínimo. “Necesitamos que el aceite de esta campaña dure un año. Si se enlaza otro año malo, los precios seguirán subiendo”, argumenta Cristóbal Capitán, director comercial de Oleoestepa, compuesta por 5.500 socios y aglutina a 17 almazaras con 52.000 hectáreas y siete millones de olivos.

Especialización en aceite virgen extra

Esta cooperativa de segundo grado, radicada en Estepa (Sevilla) y que en 2015 ha facturado 105,2 millones de euros, es una de las que han recibido más premios al aceite de más calidad en el mundo. Se ha especializado desde 1986 en comercializar solo virgen extra de alta calidad, el 88% de su producción: la media del sector es del 40%. “No se volverá a precios tan bajos como en años pasados. Ahora mismo, el mercado exterior funciona muy bien, se abren nuevos mercados que asumen nuestras calidades, y el consumo interno, a pesar de la subida, se mantiene bien”, explica Capitán a este diario.
Oleoestepa exporta el 80% de su producción. Italia, que no produce ni siquiera lo que consume (produce una tercera parte del aceite español), es el país que más compra aceite nacional (el 42% se exporta a Italia), cada vez con más procesado en destino. Más de 140 países adquieren ya aceite de España. La demanda mundial ha crecido en las últimas décadas. Hace 20 años, se consumían dos millones de toneladas en el planeta. Hoy la cifra ha superado los tres millones de toneladas, con países pujantes en el consumo como Estados Unidos (con 300 millones de kilos), Canadá, Australia, Japón o Reino Unido.
José Vázquez, responsable de aceituna de mesa de Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores) en Sevilla, prevé para el sector una situación “estable o tendencia alcista moderada dependiendo de si estas últimas lluvias amortiguan la sequía y si esta influye en la próxima campaña, porque la campaña está ya casi recolectada”, argumenta. “Veníamos de unos ‘stocks’ cortos y así vamos a seguir, pero no va a faltar aceite”. El dirigente de Asaja lamenta que la atomización del sector no haya beneficiado el rendimiento económico de los agricultores. “Es fundamental que se unan en cooperativas”, radiografía, “el problema es que cada pueblo tiene una y es importante crecer en una economía de escala; mientras nos fusionemos, iremos mejor”.

Más "músculo empresarial"

Manuel Parras, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados y exrector de la Universidad de Jaén, especialista en el sector, destaca a El Confidencial el “salto cualitativo” del aceite de oliva en la mejora tecnológica de las almazaras, “con una investigación muy potente en agronomía, aunque con una escasa participación de los propios productores en la cadena de valor añadido”, apunta. Y aquí aparece una pregunta: ¿cómo es posible que Jaén, que concentra el 20% de la producción mundial de aceite de oliva, se encuentre con una tasa tan alta de desempleo y de PIB? “La razón es el modelo de comercialización, cómo estamos vendiendo. Este sector se está profesionalizando, pero todavía falta captar más valor añadido. Las cooperativas han sido útiles, pero tienen que integrarse y hacerse más grandes”. Y añade: “Necesitamos más músculo empresarial parar tratar de competir vía financiación y captar mercados internacionales”.

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en la entrega de los Premios DCOOP a la calidad del aceite de oliva. (EFE)

Aun así, el catedrático jienense valora el “cambio radical” del sector en los últimos cinco años, que se beneficia en España de unas ayudas de la Unión Europa de 1.300 millones de euros. Dcoop, la mayor cooperativa de aceite del mundo y entre las dos primeras agrarias de España, calcula que su cosecha para este año alcanzará las 200.000 toneladas. En 2015, alcanzó una facturación de 930 millones de euros, “un récord absoluto”, según señala un portavoz del grupo que agrupa a 110 cooperativas y cuya sede central está en Antequera (Málaga).

Las aspiraciones del gigante Dcoop

Dcoop alcanzó a finales del año pasado un acuerdo de intercambio con el grupo Pompeian, de Estados Unidos, que le permitirá situarse en este mercado en situación preferente. El consumo actual en EEUU es de 1,1 litros por persona al año. Dcoop confía en que se pueda "doblar" esta cifra en los próximos años. Antonio Luque, director general de esta cooperativa agrícola, señala a El Confidencial que el grupo exporta actualmente por un valor de 500 millones de euros, pero tiene claro que el camino que les queda es largo.
“Hay empresas de distribución que venden una de cada tres botellas de aceite”, apunta Luque. Se refiere a Mercadona. “Aspiramos a que Dcoop pueda contar con el 20% de la producción mundial. Nuestra intención es que tardemos entre cinco y ocho años en facturar 2.000 millones de euros, como otras cooperativas del norte de Europa. Hay que ser eficientes y competitivos para tener más capacidad de negociación”. Y remata: “Los miles de operadores que existen en el mercado ofrecen grandes fluctuaciones de precios”.

Orígen información: El Confidencial