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martes, 2 de febrero de 2010

LA AUTENTICIDAD MASIVA

LA AUTENTICIDAD MASIVA

Fernando Trias de Bes - Escritor y economista - 24/01/2010

Los creadores que se consideran auténticos no lo manifiestan, porque sería un contrasentido. La autenticidad es una postura existencial. Por eso, cuando una empresa declara su autenticidad genera cierta desconfianza"

Ante la saturación de variedades, ha surgido un movimiento contrario que busca el retorno a lo auténtico

Los productores o las marcas que se saben auténticosno se dedican a pregonarlo
Ratatouille. Momento cumbre del filme. Anton Ego, el crítico gastronómico más temido de París, sentado a la mesa, prueba el plato que ha de encumbrar o hundir al restaurante de nuestro ratoncito. Prueba la ratatouille niçoise y la cámara realiza un vertiginoso viaje en el tiempo. El crítico revive su propia infancia. Y olvida todo lo preconcebido sobre el presente y futuro de la cocina. Su paladar degusta el sabor de su niñez: la cocina de su hogar. Al día siguiente alabará al restaurante donde experimentó la autenticidad de un sencillo plato casero.

Esta escena de Ratatouille es una fiel reproducción de lo que, a gran escala, está sucediendo en la sociedad de consumo. Tal vez sea la reacción a una tendencia que parece estar agotándose: la proliferación desbocada de variedades de productos de estos últimos años. Decenas de cereales, de yogures, de refrescos, de helados... Ante esta saturación ha surgido un movimiento contrario que busca el retorno a lo auténtico: quiero un yogur que sepa a yogur. Tan sencillo. Tan difícil.

VUELTA A LO BÁSICO

Los anglosajones lo llaman back to basics.La vuelta a lo básico, a los orígenes, a la autenticidad. Pero, ¿qué es exactamente la autenticidad? Según el diccionario, auténtico es lo "acreditado de cierto y positivo por los caracteres, requisitos o circunstancias que en ello concurren".

Es decir, que ofrecer algo auténtico obliga a centrarse en las características esenciales que definen un producto o servicio y olvidarse del resto. Por ejemplo, una carne auténtica es la de un animal que pasta libremente y se alimenta de lo que le ofrece la pradera.

REQUISITOS QUE DEFINEN

La carne ecológica es una corriente que, al margen de su rechazo a una alimentación a base de piensos industriales, quiere retomar lo que, según el diccionario, constituyen los requisitos o circunstancias que definen a un solomillo.

En el libro La alquimia de la innovación, Alfons Cornella y Toni Flores explican que la búsqueda de la autenticidad es una de las formas modernas de innovación por parte de las marcas y fabricantes.

Se producen aquí tres posibles contradicciones: Una, ¿puede algo nuevo ser auténtico? Dos, ¿puede lo auténtico ser masivo? Y tres, ¿es de auténticos presentarse como auténtico?

NOVEDAD Y AUTENTICIDAD

Normalmente, las personas consideramos que lo auténtico es aquello que ha resistido el paso del tiempo yque ya no se fabrica. Por ejemplo, en Barcelona, la incombustible motocicleta Impala (Montesa) es considerada como auténtica. Se dejó de producir y, además, lleva muchos años rodando por nuestras calles y carreteras. Lo auténtico es añejo, así que las empresas que utilizan la vía de lo auténtico como forma de innovar se enfrentan al considerable reto de presentar como genuino algo que acaba de ver la luz.

Para lograrlo declinan autenticidad en originalidad. Soy auténtico porque soy original. Otro modo es demostrar que el nuevo producto se elabora según los estándares tradicionales. "Nuevo requesón, con la auténtica fórmula original de los maestros queseros", sería un ejemplo. Es un buen argumento de venta, pero no es menos cierto que se trata de una autenticidad percibida como parcial o relativa. Y el asunto de la autenticidad no admite gradientes. Sucede igual que en la confianza. O confías en alguien o no confías. O eres auténtico en todas las dimensiones o no lo eres en ninguna.

LO AUTÉNTICO Y LO MASIVO

Entre muchos consumidores se despierta una sensación de duda cuando un producto fabricado a gran escala se publicita como auténtico a través de los atributos de tradicionalidad o casero.La autenticidad está vinculada a la honestidad y para muchos resulta chocante que algo que se envasa o empaqueta en una nave industrial pueda ser casero.

Una solución habitual es no utilizar una marca masiva o conocida y ponerle al producto industrial una marca distinta, de menor producción o tirada, de forma que parezca marginal o secundaria en el panorama de las marcas masivas. Las empresas saben que los consumidores que dedican tiempo y esfuerzo a averiguar qué fabricante industrial hay detrás de una marca nueva publicitada como auténtica son una minoría.

¿Cómo responden los pequeños productores que se consideran de veras auténticos y tachan de infames a las corporaciones que dicen fabricar productos auténticos en grandes plantas de envasado? Lo que hacen es enseñar al consumidor a distinguir lo auténtico de lo que no lo es. Se organizan degustaciones o catas. Se introduce información en los envases que determine de forma objetiva lo que es auténtico de lo que no lo es (por ejemplo, la Denominación de Origen). Otro sistema es lo que se ha denominado la trazabilidad: el incluir en el producto la información de " la traza", el camino recorrido por un producto hasta ser empaquetado.

Se busca así que el consumidor que compra y reconoce lo auténtico se sienta inteligente y sabio, y que esa capacidad se convierta en una forma de vinculación. Hay verdaderos talibanes de la verdad gastronómica. Son esos amigos que en una cena nos explican cómo distinguir un buen jamón curado de otro que no lo es, por ejemplo. Implícitamente nos dicen: "yo he desarrollado la habilidad de seleccionar lo verdadero". Lo interesante es que se convierten en evangelistas de las marcas que ellos consideran auténticas.

LA VERDADERA AUTENTICIDAD I

maginemos que nos presentan a un tipo y nos dice: "Hola, soy un tío muy auténtico". Automáticamente deduciremos que no tiene nada de auténtico y mucho de fantasma. Los artistas o creadores que se consideran auténticos no lo manifiestan porque sería un contrasentido. La autenticidad es una postura existencial. Por eso, cuando una empresa declara su autenticidad genera cierta desconfianza.

¿Qué puede hacer entonces una marca o fabricante cuyo principal activo es la autenticidad? Probablemente, lo mejor sea no decirlo. Las personas auténticas no esperan que nadie lo reconozca. Del mismo modo, los productores o las marcas que se saben auténticos no se dedican a pregonarlo. Sus esfuerzos se quedan puertas adentro y no son otros que una preocupación y una obsesiva atención por los procesos productivos internos y las formas de hacer.

La autenticidad es, después de todo, un modo de comportarse y algo que sólo los demás pueden deducir a partir de lo que observan. Por ello, la autenticidad verdadera no se esgrime de forma explícita.

Origen información: La Vanguardia

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