
"Fue un acierto seguir con la tradición familiar y asumir la bodega de mi padre" El albariño de Casal de Flores fue el más laureado en la edición del Viño de Autor Pastora Besada, gerente de la bodega ganadora este año. // J.L.Oubiña TINO HERMIDA - MEAÑO A sus 46 años, Pastora Besada (Simes-Meaño) puede presumir de una trayectoria envidiable en el mundo del vino. Su “Casal de Flores” se ha convertido de largo y por méritos propios en el albariño más laureado del Encontro do Viño de Autor. Para los que deseen acceder a este caldo es obligado pasarse por bodega, porque este albariño que se elabora en Axís (Simes) ni se prodiga en certámenes ni aparece en el escaparate de tiendas, pero su trayectoria lo ha consolidado, sin duda, como uno de los mejores de O Salnés. -Supongo que con tanto premio en el Encontro uno se acostumbra ¿no? -Para nada, todos producen una ilusión enorme, si cabe cada año más. Lógicamente con el paso del tiempo el repetir premios te hace ver que están avalando una trayectoria, te dicen que la calidad se mantiene firme, que no sufre altibajos en función de una cosecha u otra, que Casal de Flores es, en definitiva, un vino consolidado. -¿A quien le dedica el premio? -Como todos los que he logrado se lo dedico a mis padres, sin ellos yo no estaría metida en este mundo, ellos me lo enseñaron todo y me animaron a asumir la bodega y la marca. -Usted fue emigrante en Suiza durante años y regresó para asumir la bodega, la marca y una tradición familiar. ¿Fue una decisión complicada? -Por mi parte no. Mi marido y yo estuvimos 12 años en Suiza, regresamos en 1996 y mi padre, que entonces contaba 72 años, entendió que era la hora del relevo y nos propuso asumir los viñedos y la bodega con el vino Casal de Flores, marca que él mismo acababa de crear hacía unos años. Eso iba a significar dedicación plena al mundo del vino. Yo enseguida me animé, mi marido era más reticente. Y el primer año no fue fácil porque coincidió con una mala cosecha lo que parecía anunciar malos augurios. Pero todo se enmendó en los años siguientes. Hoy estoy orgullosa, y mi marido también, de lo que hemos logrado. El tiempo me demostró, y nos demostró a los dos, que fue una decisión acertada. -¿A cuando se remonta la tradición del albariño en su familia? -¡Uf!. Mi padre, Manuel Besada, tiene hoy 85 años y vivió toda la vida dedicado al albariño, lo mismo que mi madre. Y ya la generación anterior, o sea sus padres, hicieron lo mismo. Puede que se remonte a finales del XIX inicios del XX, quien sabe si más atrás. -A estas alturas, ¿cuánto vino queda en bodega? -Nosotros embotellamos unos 8.000 litros y llevamos vendido aproximadamente la mitad. La mayoría se vende en bodega para clientes gallegos, pero también tenemos muchos turistas que llegan hasta nosotros por el boca a boca, son gente que una vez llevan el vino y luego repiten, llaman año tras año y se convierten en clientes fieles. -Y de esa forma ¿cuanto vino calcula que se va para fuera de Galicia? -Unas 1.500 botellas, unas para Cádiz, otras para Barcelona, Madrid, Huesca, Asturias, País Vasco, a pequeña escala el vino llega todas las comunidades de España. -¿Y esas ventas permanecen impermeable a la crisis? -De momento sí, lo nuestro son pequeños clientes muy fieles, saben de la calidad y de la fiabilidad del vino, por ello repiten un año sí y otro también. Estamos muy contentos. Origen información: El Faro de Vigo
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