El rancio catalán entra en el olimpo
La guía más influyente del mundo otorga 100 puntos al escasísimo y viejísimo Arrels del Priorat Ca les Viudes
RAMON FRANCÀSGratallops
Por primera vez un vino rancio catalán, de la mano de un producto del Priorat de antiquísimas soleras que se pierden en el tiempo, ha entrado por la puerta grande en el olimpo de los grandes vinos del planeta. La influyente guía del gurú Robert Parker, The Wine Advocate, lo ha elevado a la cima con 100 puntos, la máxima puntuación posible en el primer año en el que el madrileño Luis Gutiérrez se ha hecho cargo de juzgar los vinos españoles para esta publicación norteamericana. El rancio de los 100 puntos Parker es Arrels del Priorat Ca les Viudes, un escasísimo vino del que solo se elaboran 20 botellas anuales. Es del vitivinicultor René Barbier y su amigo el restaurador de Gratallops Jaume Balaguer, y a partir de ahora, una vez rescatado del ostracismo, se comercializará en botellas de 37,5 centilitros a 600 euros la unidad. Hasta ahora se ofrecía a unos 180 euros. Luis Gutiérrez afirma que “es un vino fantástico que te transporta al Priorat de hace más de 100 años”.
Los vinos del Priorat y un Montsant (el sutil Espectacle 2010 de viejas garnachas también de René Barbier, que se ha llevado 98 puntos), vuelven a reinar claramente en la lista. De los diez vinos que encabezan el listado de The Wine Advocate, ocho son del Priorat. El célebre Priorat de Gratallops L’Ermita de Nostra Senyora de la Consolació, de Álvaro Palacios, cosecha 99 puntos con la añada del 2011, y se convierte en el segundo mejor de la lista. El también Priorat Les Manyes 2010 de Terroir al Límit se ha hecho con la tercera plaza, con 98 puntos. El presidente del Consejo Regulador de la DO Calificada Priorat, Toni Alcover, dijo ayer que estos resultados representan “un nuevo reconocimiento internacional al trabajo de los elaboradores y viticultores de la DOC Priorat, y a su compromiso con la calidad y la fidelidad al territorio”. Los cavas también han conseguido altas puntuaciones, especialmente el hedonista Turó d’en Mota 2001 de Recaredo, que con 96+ puntos escala hasta la séptima posición absoluta de la lista. El vino blanco tranquilo mejor posicionado (94 puntos) es el poliédrico Priorat Nelin 2011 de René Barbier.
En 1977 Barbier y Balaguer, “preocupados por la paulatina desaparición de un patrimonio cultural del Priorat como eran sus vinos rancios”, empezaron una tarea de investigación para encontrar los mejores rancios de la comarca. Recorrieron viejas masías buscando olvidadas barricas de rancios que se habían logrado mantener tras la Guerra Civil. De esta investigación inicial surgieron siete rancios de diferentes pueblos y a los que denominaron con el nombre de cada una de las casas que atesoraban esas barricas, así como un cupaje de diferentes rancios al que se denominó Arrels 30 Anys. Fue en 1998 cuando salieron por primera vez al mercado. Uno de ellos, cuyas lías podrían tener hasta 200 años, es el que ha obtenido los 100 puntos. Jaume Balaguer dice que se hace “imposible” saber la antigüedad exacta de las lías de esa barrica. Procede de una casa de Porrera, Ca les Viudes. René Barbier no esconde su “gran alegría” porque su esfuerzo de hace casi cuatro décadas para preservar “una joya enológica mundial” ha acabado teniendo premio. Afirma Barbier que “hasta ahora solo éramos una ONG”. Hasta la fecha solo otro vino catalán, en sus añadas de 2004 y 2005, el Priorat Clos Erasmus, se había llevado los anhelados 100 puntos.
Orígen información: Vi Franc
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