miércoles, 1 de julio de 2015
Chile, el poder del arancel cero
De Vicent Escamilla
Las dificultades derivadas de los aranceles a la importación son uno de los obstáculos principales que el vino encuentra en su viaje hacia los diferentes Países del mundo. Si en el panorama internacional de los cambios vitivinicolas existe un País que está dando un ejemplo eficaz de gestión de estas dificultades atadas a los aranceles, es sin duda alguna Chile. Un País abierto a las exportaciones, que forma parte en el propio continente del Nafta (Tratado de libre comercio de Norteamérica), y del Mercosur (Mercado común del Sur). Mientras tanto, estos dos acuerdos garantizan que los vinos chilenos puedan acceder con arancel cero a mercados estratégicos como Estados Unidos, Canadá, México, Brasil y en todo el continente. Además de ello, la política comercial de las autoridades chilenas ha llevado a la conclusión de acuerdos comerciales importantes con la Unión Europea, Japón y China, donde los vinos chilenos entran con aranceles cero o reducidos, de hecho convirtiéndolos mucho más competitivos del resto de los Países proveedores.
Chile se complace por lo tanto de tener arancel cero hacia Brasil, la Unión Europea, EE.UU. y Canadá y tarifas reducidas en China, inclusive diez veces sobre el producto a granel respecto de la media de sus rivales.
Todo esto explica también así el estallido reciente del export de los vinos chilenos en estos mercados, en particular en China, donde los chilenos se han convertido con el transcurrir de pocos años en el tercer País proveedor de vino en botella; y el Japón, justo en marzo de este año han superado Italia por lo que a valor se refiere, logrando el segundo lugar como proveedores después de Francia.
No obstante, también en Europa - gracias al buen rendimiento logrado en los últimos años en UK, Países Bajos, Dinamarca, Finlandia, Irlanda y Alemania - los chilenos se han convertido ya en los primeros exportadores de vino en botella, con un volumen estable sobre el millón 600.000 hectolitros, siendo el mismor un valor que roza medio millardo de euros, cifra que alcanzan EE.UU. y Nueva Zelanda juntos, segundo y tercer partner de la UE. Por el contrario, por lo que a granel se refiere, los chilenos ocupan el cuarto lugar de la clasificación, con un valor de 130 millones de euros y 1,4 millones de hectolitros, predominantemente enviados al Reino Unido y Alemania.
Orígen información: www.uiv.it/giornale - www.corrierevinicolo.com
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