Ponga un Brand Ambassador en su bodega
Recientemente me he encontrado por las redes sociales y en
el portal de www.vinoempleo.com una
oferta de trabajo relacionada con el sector vinícola. Se trata del puesto de Brand
Ambassador para una marca de champagne, que busca esta figura de marketing para
la campaña de verano en Ibiza. ¿Sabes exactamente que es un Brand Ambassador y
cuáles son sus funciones? En esta entrada te doy algunas pistas.
La lista de términos anglosajones que se incorporan cada día
en el ámbito de la gestión de marketing es ingente, hasta tal punto que uno
puede perderse fácilmente entre tanto término y no saber exactamente a qué se
está refiriendo. Si alguien te dice que es el Director Comercial o el Director
de Marketing de una bodega, más o menos tienes una idea de lo que hace y cuáles
son sus funciones, pero si alguien te dice que es el Brand Ambassador de una
bodega igual te surgen muchas dudas sobre las tareas exactas que comprende su
trabajo.
La (relativa) novedad de muchos de estos términos hace que
no siempre sea fácil encontrar una definición precisa de cada uno de ellos. Además,
la libre praxis de las empresas puede suponer que en una bodega el Brand
Ambassador (en adelante, BA) asuma unas funciones mientras que en otra asuma
unas funciones completamente distintas.
Según la WOMMA (Word of Mouth Marketing Association), el BA es uno de
los cinco tipos de influenciadores que existen. Están los defensores de la
marca (advocates), los propios ciudadanos o consumidores, los influencers
profesionales, los personajes famosos (celebrities) y, por último, los
embajadores de marca (brand ambassadors).
Si nos ceñimos a la traducción literal del término, un Brand Ambassador es un “embajador de marca”. Por lo tanto, cabe entender que esta figura
(persona) ostenta y desempeña el cargo de representación de la marca. Es la
cabeza visible de la marca y personifica los valores corporativos de la misma.
De este modo, el BA se dedica básicamente a transmitir y promover
la imagen de la marca mediante actividades de relaciones públicas, tratando de
acercar y dar a conocer la marca al consumidor, al prescriptor o al
distribuidor. Habla en nombre de la marca y es la propia marca. El
BA tiene que estar absolutamente familiarizado con la marca, encarnar su
propio
carácter y tener una imagen similar a la de la propia marca, con el fin
de conseguir
una conexión entre la misma y su audiencia.
El Brand Ambassador como extensión de la misión y los
valores de la marca
Es importante no confundir la figura del BA y del
influenciador profesional (influencer), dado que el primero va un paso más allá del segundo
en cuanto a representación de marca supone. Tal y como señalan en Brand Manic “un influenciador no aporta ningún valor
a la marca (a la larga) porque no siente ningún apego emocional hacia ella. A
la marca le interesa porque es una persona con mucha capacidad de prescripción
sobre sus clientes, pero el valor del influenciador no radica en la marca en
sí, sino en su “expertise” en el sector, en su credibilidad, o en su capacidad
de prescripción”.
En cierto modo, el problema de trabajar con un influencer es
que un día te “vende” un vino pero mañana te vende otro. Sin embargo, el valor que
aporta un BA es intrínseco a la propia marca a la que representa, y solo se
preocupa por defender y promocionar los valores de esa marca. Por supuesto, no
son figuras excluyentes, sino complementarias, hasta el punto de que un BA
puede ser el encargado de establecer contacto con los influencers.
Finalmente, también cabe destacar que la figura de BA no es
algo reservado a los personajes famosos o mediáticos. Es muy habitual ver como
empresas de todo tipo, incluidas algunas bodegas, firman contratos de representación
con celebrities (por ejemplo, actores) para que estos protagonicen sus campañas
de comunicación y acudan a los eventos que organiza la marca como imagen de la
misma. Evidentemente, algunos de estos personajes famosos encarnan los valores
de una marca, pero no los verás realizando el trabajo back-office que supone
ser un BA: enviando y contestando e-mails, gestionando y organizando
actividades, redactando notas de prensa, etc. Que el BA sea o no una celebrity
dependerá de las funciones concretas que se le quieran encomendar y de los
objetivos que persiga la marca.
En resumen, el Brand Ambassador representa y encarna los valores de una marca, aportando cercanía y credibilidad
frente a su público objetivo. La idea de contar con un BA en platilla
es tratar de aumentar la confianza del consumidor, prescriptor o distribuidor
hacia la marca, con la finalidad de que se sientan identificados con la misma.
Un saludo,
Ricardo
Alfred Martinez
Cuando me encuentro una marca promocionada por un famoso o alguien no famoso, pagados ambos, no puedo confiar.
Por el contrario cuando leo un comentario no pagado tiene un valor enorme como prescripción .un ejemplo sería las recomendaciones que el escritor Josep Mª Espinàs hixo en su viaje al Somontano- o las que yo mismo hago en forma de corazones (basados en textos propios o en los de gente que me merece confianza) en www.winesinform.com
Saludo cordiales
Orígen información: El
blog del marketing y el vino
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