lunes, 4 de mayo de 2015
Homaro, inventor. El chef Homaro Cantu se ahorcó el 14 de abril del 2015 ...
En estas páginas alegres se
cuentan a veces historias tristes.
La gastronomía es la excusa
para seguir narrando historias en torno al fuego.
La cocina es otra cosa: es un
acto en el que nos va la vida.
El
chef Homaro Cantu se ahorcó el 14
de abril del 2015 en las instalaciones de una cervecería que estaba a punto de
abrir. No puedo opinar sobre su cocina porque solo probé uno de sus experimentos
en un congreso en el 2005.
Era una hoja con
sabor a hamburguesa. Sería irresponsable juzgar un estilo por el sabor de un
sello.
Él tenía una
visión a lo Isaac Asimov: confiaba en que
la ciencia impulsaría la cocina hasta el límite de la galaxia.
Inventaba trastos
y jugaba con láseres.
Las crónicas
sobre su restaurante, Moto, en Chicago, hablan de menús con las dosis justas de
circo. Los compañeros lo tenían por un hombre excelente, y
comprometido.
¿Por qué se mató?
Es la pregunta que también nos anuda.
Ha habido otros
suicidas en el mundo hipercompetitivo –y de estridencia y exposición social– de
la alta cocina.
Una de las
muertes más sonadas fue la de Bernard
Loiseau, que usó una escopeta.
La cocina nace de la muerte
para celebrar la vida.
Orígen información: La Cocina de los Valientes
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