Chivite vende Arínzano, la bodega diseñada por Moneo
- Sella un pacto de reestructuración de su deuda en el marco del proyecto Phoenix. Vende las bodegas Arínzano, sus viñas y las marcas al grupo SPI.
Viñedos de la familia Chivite. |
Como parte del plan de reestructuración financiera firmado con la banca, Chivite ha vendido Arínzano, la bodega diseñada por Moneo, sus viñas y las marcas de vino Arínzano y Casono de Arínzano al grupo SPI, como ya adelantó en febrero este periódico.
El acuerdo con los nuevos propietarios permitirá que los vinos de las gamas Colección 125 y Finca de Villatuerta continúen elaborándose en la bodega de Arínzano, según explica la compañía. La recapitalización de las bodegas incluye, además, que de un pasivo de 47 millones se reduzca la deuda a la mitad, con lo que surge una nueva composición del capital de las bodegas. Así, la familia Chivite pasará a tener solo el 20% del capital, mientras que el 80% restante estará en manos de la banca.
Los nuevos accionistas, no obstante, han decidido que Julián Chivite, la undécima generación de la familia, sea el nuevo presidente ejecutivo. Además, se mantendrá todo el equipo directivo.
El plan de Phoenix pasa por la asociación con la banca durante cinco años, periodo durante el que la familia Chivite intentará reforzar su posición para recuperar el control de la compañía, si es posible. Bodegas Chivite cuenta con 117 empleados, está presente en 60 mercados y elabora vinos de las denominaciones de origen Ribera del Duero, Rioja, Rueda y Navarra.
Endeudamiento
La crisis de Bodegas Chivite se produjo a raíz del cambio de ciclo económico hace ocho años, aunque también influyeron los cambios en la gestión y su elevado endeudamiento, según reconoce la propia compañía en un comunicado.
Orígen información: Cinco Días
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