La biblioteca del corcho reúne 80.000 muestras
La Suberoteca, ubicada en Alcalá de los Gazules, es la única de Andalucía y la segunda de España
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«Para un comprador es más fácil dirigirse a este centro y conocer todas las fincas que hay en explotación y la calidad que se produce», comenta Juan Manuel Fornell, actual director del Parque. «Para ellos es mucho más cómodo y así eliminamos los intermediarios», añade Juan Manuel. Otro de los principales objetivos de la suberoteca es estudiar y velar por la calidad de esta materia prima. Aunque el fin último y principal es la corservación de los alcornocales.
La evaluación de la corcha se lleva íntegramente a cabo en este santuario natural para determinar la calidad de los montes analizados. Cada muestra se clasifica por fechas y localizaciones. «Todas las panas están georeferenciadas, es decir, las tenemos localizadas, para no solo conocer la calidad sino también la zona», explica Fornell. La suberoteca, creada en 2011 para mejorar el servicio que la Junta de Andalucía ofrece al sector corchero tradicional, es el primer centro de calidad del corcho de la Comunidad Autónoma y el segundo de España. Actualmente su consulta está disponible tanto para industriales como para productores. Desde su inauguración ha recibido la visita de 18 empresas del sector, entre las que se encuentran las de mayor importancia a nivel mundial.
La alta calidad que presenta el corcho andaluz contribuye de forma significativa a garantizar la rentabilidad del sector dada su demanda en el mercado. Su uso potencial se dirige a numerosos sectores, además del tradicional tapón de corcho, también se usa como aislante en la construcción, en la fabricación de materiales de fibra sintéticas, en tablas de surf, como aislante para materiales eléctricos o destinados a la industria de la moda, con la fabricación de zapatos o mediante el empleo de la «piel de corcho». Es un material con un gran potencial. Hasta hoy, no se ha conseguido producir artificialmente un material de características similares. Por eso es el preferido para guardar el vino, que es algo vivo que necesita respirar y eso sólo se lo permite el corcho.
Orígen información: La Voz Digital
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