Las bodegas argentinas están dispuestas a vivir "con los nuestros"
Foto: LA NACION |
En los primeros cuatro meses del año, las exportaciones de vino embotellado tuvieron un crecimiento de apenas 0,4% en dólares y las proyecciones de la industria indican que 2015 terminará con ingresos por US$ 700 millones, en línea con los resultados que se vienen repitiendo desde 2012, que fue el último año con un crecimiento genuino del vino argentino en el exterior.
La contracara de este estancamiento de las exportaciones es el dinamismo que muestra el consumo interno. En abril los despachos al mercado interno crecieron un 10,8% según los datos que aporta el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y en los primeros cuatro meses del año la suba llega al 8,6%. En el sector además destacan que las mayores tasas de crecimiento se dan en las ventas de vino en botella (que acumulan un incremento del 10,5% en el año) contra los despachos en damajuana (que crecieron solo 6%) lo que también da cuenta de una mayor sofisticación en el consumo.
"La idea de la bodega siempre fue patear con las dos piernas y aún en los momentos en que era mejor negocio exportar, nunca descuidamos el mercado interno", señaló Juan Carlos Muñoz, socio de Viña Las Perdices. "El estancamiento en las exportaciones argentinas es producto de la inflación. A diferencia de lo que puede ser Francia o Italia, la Argentina no es un formador de precios en el mercado del vino y por lo tanto no podemos trasladar a los valores de exportación las subas en los costos que sufrimos constantemente. En cambio, la actualización de los precios en el mercado interno es algo habitual y toda la industria aplica dos o tres aumentos al año", agregó el empresario.
competidores agazapados
La apuesta por el mercado interno en muchos casos implica el riesgo de desatender a los clientes internacionales, que tanto trabajo costó conquistar. "Hoy con Andeluna estamos exportando el 80% de su producción y si bien tenemos clientes estables, apostamos a seguir creciendo. Pero lo que ha ocurrido en los últimos años es que tenemos menos herramientas para lograr un crecimiento mayor o penetración mayor en los diferentes mercados ya que por la situación macroeconómica tenemos que ir ajustando el cinturón todos los años, nos hace perder competitividad y margen. Los riesgos de priorizar el mercado interno son importantes. Por cada cuenta o mercado que se pierde, hay varias bodegas atrás para hacerse cargo de ese vacío que se abre. En este momento hay muchas competidores europeos con muy buenas ofertas y muy buenos productos esperando ganar mercado", reconoce Marcelo Burgos, gerente general de Andeluna Argentina.demanda en baja
En el caso de las exportaciones, en la industria destacan que los resultados del sector no solo están condicionados por la pérdida de la competitividad interna. "La recuperación de las exportaciones argentinas va a depender en parte de una mejora a nivel macroeconómico de algunos mercados clave para el país, como son los de Brasil, Rusia y China. Para la industria, este año creemos que será bastante similar al 2014, aunque en el caso nuestro estimamos un crecimiento versus el año pasado en nuestras exportaciones, especialmente en los vinos de alta gama y de mayor precio", señaló Diego Surazky, gerente de Exportaciones de Bodegas Norton.precios competitivos
A la hora de explicar el crecimiento del consumo interno, uno de los datos que se deben tener en cuenta es el precio. Si bien las bodegas reconocen que a diferencia de lo que sucede en el exterior, los clientes locales son los únicos que aceptan una actualización de sus listas de precios, en los hechos la suba que tuvo el vino se ubicó por debajo de la inflación. De acuerdo con el relevamiento que realiza el portal especializado Area de Vinos tomando en cuenta una canasta de 70 marcas de vino, en los primeros cinco meses de 2015 la industria registró un incremento promedio del 4,1 por ciento..Orígen información: La Nación
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