Confieso que detesto las tapas rosca en las botellas de vino. No sé por qué se consideran de más fácil apertura porque yo usualmente paso las de Caín abriendo algunas. Tan es así que una de mis consideraciones a la hora de comprar vino es que, de preferencia, se cierre con un tapón de corcho.
Producto natural, renovable y biodegradable, la extracción de la corteza de corcho es un proceso de bajo impacto y respetuoso con su entorno natural que se realiza cada 9 a 12 años, sin necesidad de cortar ningún árbol. La corteza comienza a regenerarse al cabo de un año de extraída. La edad promedio de vida de un alcornoque es de unos 170 a 200 años. Los alcornocales tienen, además, un importante valor como ecosistemas, ya que albergan diversidad de plantas y animales, muchos en peligro de extinción.
A pesar de que he visitado cientos de bodegas y que también he estado en algún bosque de alcornoques, nunca había estado en una corchera, cosa que tuve la oportunidad de hacer por vez primera este año, cuando me invitaron a visitar la corchera Amorim, en Portugal.
De los 18 millones de botellas de vino que se producen anualmente en el mundo, 12 se cierran con tapones de corcho y de éstos cuatro billones los produce Amorim. Fundada en 1870, Amorim no sólo es la mayor corchera del mundo, sino también la más antigua en operación continua, paralela a la cual se ha ido transformando la industria del corcho y la percepción sobre el empleo de este producto en el mundo del vino.
La planta de Amorim es enorme, y recorriéndola se pueden ver no sólo las etapas de la producción de tapones de corcho, sino los varios tipos de tapones que pueden producirse, así como algunas de las innovaciones de la industria.
Algo que me cautivó fue una máquina tipo MRI que han inventado en Portugal y permite analizar muchos corchos naturales de manera muy minuciosa, para asegurar que todos los de mayor calidad estén exentos de defectos.
El uso de tapones de corcho ha crecido desde 2010, en detrimento de los de plástico que han ido decayendo, o los de tapa rosca, que también han mostrado cierto estancamiento en los últimos años.
Lo que sí muestra crecimiento son los corchos que no precisan de sacacorchos para extraerse, como Helix, un nuevo tapón de corcho destinado a vinos pensados para beberse jóvenes y que, en lugar de apostar por la tapa rosca, ofrece un tapón de corcho que puede extraerse sin necesidad de sacacorchos y volverse a colocar en la botella para preservar cualquier vino remanente.
***La autora probó su primera gota de vino con pocos días de nacida. Probablemente, así Rosa María González se interesó en él. Desde San Juan, escribe del planeta sabor en www.viajesyvinos.com, www.foodsfromspain.com y Magacín.
Orígen información: Sal!
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