Esta sanción podría no ser la última si prospera la demanda de algunos grupos de consumidores que enviaron el pasado año una petición a Defensa de la Competencia contra las empresas que fabricaban las marcas Carapelli, Bertolli, Sasso, Coricelli, Santa Sabina, Prima Donna y Antica Badi por publicidad engañosa.
La operación se inició el pasado año, cuando la revista Test Salvagente, habría comprobado en una serie de análisis organolépticos y físico químicos que varios aceites de oliva virgen extra envasados y comercializados en los lineales de la gran distribución, no cumplían las normas por diferentes defectos organolépticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario